De aquel tiempo de hombres invencibles
mi adolescencia.
De aquel tiempo sin asperezas
mi caminar envalentonado
como si el mundo fuera un gran ojo
y una admiración.
De aquel tiempo llano
nuestra competencia
en inmortalidad con la luna.
De aquel tiempo rebosado de nosotros mismos
las piedras que eran flores
y los juegos sin maña.
Un poco de lluvia
y un poco de viento después,
alojados en sombras en desequilibrio,
ahondamos día a día
en esta necesidad de explotar
y comenzar de cero.
Así está escrito en lo no visible.
Un poco de lluvia y un poco de viento, Honestidad brutal, AQTC
2 comentarios:
Pequeño gran momento, que dispara las andanzas de tantas añoranzas, momento, suaves momentos que hacen pensar leyendote..
Gracias, Isabel. Es grato y alentador saberte ahí.
Saludos.
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