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01 junio 2019

Así es la rosa


Así es la rosa,
por Martín Lucía
@_MARTINLUCIA
En Piedra y cielo, libro de Juan Ramón Jiménez, aparece su poema más breve y uno, de estos, de los breves, más conocidos de la lengua española:
¡No le toques ya más,
que así es la rosa!
Ayer aparecía una noticia desagradable, de esas que te dejan ausencia de luz en el pecho: se marcha José Antonio Reyes del Sevilla F. C. (por segunda vez). Y muchos se han planteado una pregunta: ¿Qué hubiera sido de Reyes si se hubiera tomado el fútbol de otro modo? (Con este eufemismo quieren decir que qué hubiera pasado si se lo hubiera tomado en serio… Como si de un oficinista o un registrador de la propiedad se tratase).
Y oyendo esta propuesta de vida-ficción, este intento tan humano e inútil de querer saber la historia de lo que pudo haber sido, me vino este poema del moguereño. Y pensé: “No la toquéis más, que así es la rosa”.
Así que no, no toquéis a mi gitano. Porque más allá de diatribas, fácilmente rebatibles (sólo hay que ver el palmarés del utrerano), yo me quedo con eso, con lo de la rosa. Don José Antonio Reyes es el futbolista con más cualidades y más clase innatas que yo he visto jugar y demostrarlo en el Ramón Sánchez Pizjuán (yo he visto el tiempo detenido y en balanceo en su pecho, mientras amortiguaba un balón largo en el mismo). No digo el mejor o el más productivo, que ahí le compite y gana Frederic Kanouté. Pero sí el más genial (yo he visto el silabeo del viento en sus botas, cuando el balón del cielo descolgaba en un control). Y utilizo este calificativo (tan mal empleado hoy en día) a propósito: genial, de genio. Porque don José Antonio Reyes es un genio de esto. Un ungido. Un señalado. Y, como genio, ungido y señalado que es, es una persona sometida a la inspiración, al arbitrio de la belleza y su busca.
¿Adónde hubiera llegado? Pues llegó allí donde quiso y donde muy, muy pocos llegan (solo los genios): a los sueños de los que lo han visto jugar.
Decía Sabina que, en otras vidas, le hubiera gustado ser:
Al Capone en Chicago,
legionario en Melilla,
pintor en Montparnesse, 
mercader en Damasco,
costalero en Sevilla, 
negro en Nueva Orleans.
Yo, no. Yo quise y quiero ser Reyes, si otra vida hubiera. Y entender el fútbol como él lo entiende que es desde la sencillez que procura la elegancia. Yo quise y quiero ser Reyes sorteando rivales y anidando sueños (en otros) contra el Valladolid; Reyes  con el corazón trompeándole por el pecho contra (permítanme) el Real Betis Balompié, Reyes en Varsovia viendo a Bacca desmarcarse en dirección contraria a las matemáticas.
Don José Antonio Reyes ha llegado donde pocos llegan: al pecho del que paga por poder sentir. Uno llega a un estadio siguiendo un amor y persiguiendo un sueño. Y genios, y solo genios, como don José Antonio Reyes tienen la capacidad de alcanzar ese sueño y hacerlo suyo, tuyo, nuestro y justificar un amor desaforado.
No se va solo un futbolista. Ni siquiera se va solo un genio. Se va quien mejor supo hacer realidad del deseo. Quien veía el mar donde otros solo ven un río.
Adiós, capitán, mi capitán. Gracias por ser quien yo quise ser. Gracias por defender a tu equipo, a nuestro equipo, como yo lo hubiera defendido.
Queda en mí tu recuerdo, que no es nostalgia, sino enredaderas de sueños logrados, de goles cantados y de abrazos con los míos.
Ojalá la vida te trate como tú, sin saberlo, trataste la mía.


28 marzo 2017

Nueve años

A Covadonga

TU LABIO SUPERIOR:
Nueve años

I
Que yo venía de la soledad hacia tu cuerpo
y ya de ti estaba pleno, te escribo.
Mi cuerpo de mi cuerpo sólo rodeado.
Mi pecho pensándose páramo.
Mi boca sin reclamo ni júbilo.
La sangre desbordada de arena.
Piedras y ausencias en los labios.
Y, sin embargo, pleno ya de ti.


II
Que yo venía de la soledad hacia tu cuerpo, te escribo.
Que yo venía de la urdimbre inhóspita
mientras que tú a mí habías llegado mucho antes,
ya el viento en deuda con tu pelo, te escribo.
Ya son nueve años de la obediencia a los labios,
al hueco consentido entre los vientres
y a la luna compartida.
Ya es inevitable mi mano en tu pelo
cuando tu descanso en mí confías.
Inevitable, aprender a nombrarte
y hacerlo amor y oficio.
Dos pechos habitan mi pecho
y no sé cómo explicarlo.
Tu oficio, poeta,
José Antonio Muñoz Rojas

“... dos pájaros que habitan mi pecho,
¿cómo explicarlo?”
Borja de Diego

Poema extraído de AQTC (Ediciones En Huida, noviembre de 2012)

19 mayo 2016

Más de media vida

Más de media vida buscando la felicidad en labios ajenos, dejando la noche justo a plena luz del día, yendo decididamente a lugares inconcretos… Más de media vida.

Hicimos de la mediocridad costumbre, del encuentro con el cuerpo no deseado una victoria… Cantamos canciones en las que no creíamos para hacer ver que teníamos un credo. Soñamos los sueños de otros (yo fui Otto, ellas eran Ana) para vivir la vida que nunca viviríamos. Abrazamos la derrota injusta como hálito de la victoria.

Lloramos los fracasos como si estos nos fueran ajenos, como quien llora el desamor, cuando nunca el amor nos fue dado (en nuestro pecho anidaban desbandadas de pájaros).

Hablábamos de la gloria sin haberla conocido. Éramos los héroes de Bowie, un huracán para Dylan. Pero nos mentíamos. Nos mentíamos como las parejas que más que decirse mentiras, dan silencio a las verdades. Para aceptarnos. Para poder subsistir en la mitad de nada.

Lucíamos orgullosos la victoria cuando no habíamos ganado nada (un corazón sin eco, un cuerpo sin restos de haber sudado). Cuando solamente evitábamos derrotas aún más crueles que ese yermo de mediocridad en el que nos movíamos como triunfadores.

No éramos nadie. Nada más que lo que a nosotros mismos nos contábamos. Y todo para subsistir. Para no ser por la insistencia de la mediocre monotonía arrastrados.

Hablábamos. Hablábamos. Hablábamos de casi todo. Y no conocíamos casi nada.

Éramos hipsters de la felicidad no alcanzada, clase media acomodada en la incomodidad del fracaso, veteranos de guerras nunca guerreadas.

Más de media vida buscando la felicidad en otros. Con otros. Más que en nosotros mismos. Y resulta que la felicidad eras tú, Sevilla. La felicidad era quererte en la esperanza y en la espera. En saber que el cielo se refleja en el pecho. Que en el pecho vuelan pájaros.

Más de media vida buscando la felicidad en otros. Con otros. Más que en nosotros mismos. Y resulta que la felicidad eras tú, Sevilla. Era seguirte para que nos siguieras, para que siguieras nuestro canto.

Más de media vida buscando la felicidad en otros. Con otros. Más que en nosotros mismos. Y resulta que la felicidad eras tú, Sevilla. Tú y los tuyos, que son los míos. Que son su abrazo.

Más de media vida buscando la felicidad en otros. Con otros. Más que en nosotros mismos. Y resulta que la felicidad eras tú, Sevilla. Que son los ojos de los míos diciéndome otra vez. Su llanto calmo.


Más de media vida buscando la felicidad en otros. Con otros. Más que en nosotros mismos. Y resulta que la felicidad eras tú, Sevilla. Y yo sin saber que eras tú quien me la estaba dando.

16 abril 2016

Feria del libro de Córdoba

Hoy, 16 de abril, y hasta el próximo domingo 24, tendrá lugar la 43ª edición de la Feria del Libro de Córdoba. Y, por cuarto año consecutivo, Ediciones En Huida estará presente con caseta propia. Este año, la número 15.

Para Ediciones En Huida la edición de libros, por necesidad, es encuentro con el lector. En la medida de lo posible hay que procurar que ese encuentro sea fructífero: precios bajos, oferta variada, libros fáciles de leer, los mejores materiales posibles... Y acercar el libro al lector. Hacerlos visibles. Y pocos modos entendemos más apropiados para mostrar, para dar luz a nuestras publicaciones que una feria del libro. De ahí que estemos por cuarto año en Córdoba, que lo hagamos por sexto en Tomares y Sevilla y que, este año, debutemos en las ferias de Cádiz y Algeciras. 

Particularmente, como editorial andaluza con predilección por la publicación de poesía y, enfáticamente, de poesía joven, creemos que no debemos faltar a la Feria del Libro de Córdoba. Lo sentimos como una oportunidad y una obligación. De ahí que estemos y apostemos por esta feria y por autores locales. Aunque, esto último, en cierto sentido, no es del todo cierto. Decir que apostamos por María González y El espejo, Federico Abad y Es el aire o el criterio selectivo de José Ignacio Montoto en la antología de jóvenes poetas cordobeses La punta del iceberg, todos en poesía, o por la narrativa de José Daniel García con Fundido a Rojo, Alberto Stockler en Arrastrados por la corriente y Félix Ángel Moreno Ruiz y Estaré esperando para matarte, es aventurado. Más bien son ellos los que apuestan por una editorial modesta que crece con parsimonia y ambición, a partes iguales. Son ellos los que depositan su confianza y una parte de ellos, que es su obra, en Ediciones En Huida. Y es por eso que les doy las gracias y les deseo lo mejor. Su suerte será la nuestra. Porque, no nos engañemos ni os dejéis engañar: sin autores no habría editoriales ni editores, por mucha pose que mostremos habitualmente.

Os esperamos por la caseta 15 de la feria. Ya sabéis, en el bulevar del Gran Capitán.

28 marzo 2016

8 años

A Covadonga

TU LABIO SUPERIOR:
Ocho años


I
Que yo venía de la soledad hacia tu cuerpo
y ya de ti estaba pleno, te escribo.
Mi cuerpo de mi cuerpo sólo rodeado.
Mi pecho pensándose páramo.
Mi boca sin reclamo ni júbilo.
La sangre desbordada de arena.
Piedras y ausencias en los labios.
Y, sin embargo, pleno ya de ti.


II
Que yo venía de la soledad hacia tu cuerpo, te escribo.
Que yo venía de la urdimbre inhóspita
mientras que tú a mí habías llegado mucho antes,
ya el viento en deuda con tu pelo, te escribo.
Ya son ocho años de la obediencia a los labios,
al hueco consentido entre los vientres
y a la luna compartida.
Ya es inevitable mi mano en tu pelo
cuando tu descanso en mí confías.
Inevitable, aprender a nombrarte
y hacerlo amor y oficio.
Dos pechos habitan mi pecho
y no sé cómo explicarlo.
Tu oficio, poeta,
José Antonio Muñoz Rojas

“... dos pájaros que habitan mi pecho,
¿cómo explicarlo?”
Borja de Diego

Poema extraído de AQTC (Ediciones En Huida, noviembre de 2012)

25 febrero 2016

Un martes cualquiera

"Aquí estamos un martes cualquiera", me dijo mi prima Isa cuando me senté a su vera en mi localidad del Teatro Quintero. La capacidad de convertir algo ordinario en extraordinario, en singular, un martes cualquiera de un mes de febrero casi concluso, es una habilidad que nos permite ser libres y generosos. Y es algo que está en las manos de muy pocos.
El teatro estaba lleno. El cartel de entradas agotadas superpuesto en la cartelería que descansa sobre este emblemático local de la calle Cuna. Y, sin embargo, había que llenarlo. Ahora les cuento. 
Llenar un teatro de espectadores, de personas, es relativamente fácil. Lo ha hecho y lo hará mucha gente. Sin embargo, lo complicado es llenarlo de Verdad. De Honestidad. De Sangre. De la sangre propia. Dice Andrés Calamaro en el libreto de su mejor disco, Honestidad brutal, que la honestidad no es una virtud, es una obligación. Y eso parece correr por las venas de Luis Franco cuando se las vacía mientras canta. Y Luis cantó. Y Luis se vació. Para dejar de ser él, para ser en los demás, para ser auténtico. 



Decía que el teatro estaba lleno. Y que llenar un teatro de espectadores, de personas, es relativamente fácil. Que lo complejo es llenarlo de Verdad. De Honestidad. De la Sangre propia. Y a eso se dedicó Luis Franco desde el inicio del concierto en el que presentaba su primer disco en solitario: Silencio y camino. Porque, desde el inicio, con naturalidad, con un fluir cómodo, como el que besa por primera vez y lo hace sin abrir los ojos, porque así se lo indica el instinto, la víscera, Luis colmó el teatro Quintero de todo esto, de sí mismo. Y lo hizo como se hacen las cosas que son naturales a uno mismo. Como el besar… Con la elegancia que te da la sencillez de un escenario casi desnudo, sin accesorios que distrajeran (¿quién necesita de adornos cuando alguien te está ofreciendo su aire, su sangre, su vida?). Con la naturalidad que te da dejarte la vida en lo que haces, porque es así el único modo de no perderla, de darle sentido. De hacerla tuya.




Una nana, unas bulerías que vestían la tristeza del final de un amor de fiesta, unas sevillanas sin aspavientos y por derecho, un beso a Bambino, un canto a su Julia, a su hermana, que fue un canto a la vida y al amor, por este orden, y que puso en pie la platea... Un son cubano que era un abrazo a Cuba y todo lo que nos da la isla, que no cabe casi nunca en nuestras manos… bendita tierra… Un tango que siempre está volviendo y que fue acariciado por unas alegrías que iban y venían a unas bulerías para no terminar de volver, un rock flamenco, un flamenco chill… Un llanto a Triana... 

La capacidad de convertir algo ordinario en un suceso extraordinario es una habilidad que nos permite ser libres y generosos, decía. Y eso se nos entregó en el Quintero: un canto a la libertad de los que estábamos con él porque nos apetecía un martes, de la generosidad del que se vacía de todo, incluso de sí mismo, porque no sabe otro modo de entender y encarar la vida. Y todo esto lo hizo Luis. Luis Franco. En el teatro Quintero. Un martes cualquiera. 


Martín Lucía
@_MARTINLUCIA

18 enero 2015

A mis padres

Es hora de hablar

“Es hora de hablar”,
Enrique Bunbury

Ya es hora de hablar, padres.
Es ya hora de anticiparse al tiempo
y hablar, afrontar, que no de escribir.
Hora de salir desnudo
aun cuando el cielo promete lluvia, padres.

Sé que nunca más volverán los instantes
que enarbolaban la velocidad de las raíces.
Sé que ahora todo es mucho más rápido y crece como luz.
Es por ello que es hora de hablar.
Hora de asumir la cicatriz y la arena
y hablaros de mis miedos,
de mi necesidad de protegeros y recrearos infinitos.
Porque así os retengo
y freno esta hemorragia de vida enfriándose.
Porque no quiero entender la vida como piedra.

Es hora de hablar, padres.
Hora de abordar la palabra amor,
de este amor que os tengo y no del que os tuve.
Porque no quiero esperar
a que el cuerpo rebose de besos agotados
para deciros mi amor.
Porque sé que no hay justicia en el amor inconfeso.
Que no hay justicia en el amor callado.

Es ahora el tiempo del ahora, padres.
Del principio y la palabra.
Del amor como piel,

del amor que os tengo.

13 diciembre 2014

Adiós, Rafael

Esta madrugada se nos ha ido Rafael de Cózar, Rafael, Fito.

Te echaré en falta, Rafael. Tus consejos, tus palabras, tus ánimos. Se quedan en el camino proyectos, ideas. Se quedan sueños.

Gracias por todo lo que me diste, nos diste. Gracias por tus anécdotas. Gracias por los viajes donde la distancia eran minutos. Gracias por los ratitos en tu pueblo (tú sabes a qué me refiero).

Gracias por ser como fuiste, como eres.

Por abrirnos la puerta tan generoso. Por embarcarte en una editorial que, por aquel entonces, tenía no más de diez títulos.

Quedamos poéticamente huérfanos. Se nos va un padre y un amigo.

Gracias, Rafael.

El dolor de hoy no ocultará el tiempo vivido, el cariño entregado.

Hoy brindaré por ti, por tu memoria, por tu descanso.

Un abrazo, amigo.

30 septiembre 2014

Sobre Yonkis Y Gitanos


Yonkis y Gitanos (Libros del K.O, 2014) no es un libro. Es un muy buen libro. Y no es un muy buen libro que trate del Sevilla Fútbol Club. Es una confesión descarnada de su autor, José Lobo. Y tan descarnada es esta confesión que puedo incluso, a riesgo de no ser comprendido y seguido, afirmar que es un buen libro de poemas. De poesía en prosa. De poesía vacía de retórica. Pero llena de lirismo. Porque no hay mayor lirismo que el que procura la sangre; la víscera. Y este muy buen libro está lleno de sangre y víscera. Y este es el único modo en el que uno puede hacer poesía. Del único modo en el que uno puede hablar, si no de lo que más ama, de lo que más ha amado.

     Partiendo de lo anecdótico, de lo anodino, Lobo construye su propio universo y nos hace partícipes: es difícil no identificarse con algunas de sus experiencias, de sus reflexiones, de sus posicionamientos. Y nos cuenta historias que para otros pasarían desapercibidas. Pero que para el autor son un punto desde el que construir todo un escenario.

     Tener un propio universo es fundamental para escribir un muy buen libro. Y el autor lo tiene. Pero, además, posee una visión personal, diferente: su modo de mirar, la dirección en la que lo hace no es la habitual. No es mejor ni peor, es distinta. Lobista, podríamos decir. Por ejemplo: para poner en valor la victoria pondera la importancia y dignidad de la derrota. Por ejemplo: sitúa el protagonismo de lo que acontece en el Ramón Sánchez Pizjuán en la afición, no en el equipo. Matices, sí. También pilares

     Decía que no es un libro sobre el Sevilla F. C.. Y no lo es aunque hable de él. Aunque ponga ejemplos (partidos, anécdotas, resultados, jugadores...) del Sevilla F. C.. Porque realmente está hablando de todos los equipos de fútbol. Es más, está hablando de cada uno de nosotros, de todos los grupos sociales elementalmente organizados. Porque sus reflexiones y confesiones pueden aplicarse a cada uno de ellos. Sin duda.

Y lo hace transversalmente: el fútbol, el Sevilla F. C., es la excusa para hablar del mundo (del mundo que Lobo observa desde su universo): de política, de sociedad (magistral es el retrato que hace de Sevilla, de su sociedad más rancia, de los emblemas de la mal llamada sevillanía, en no más de diez líneas), de religión, de cine...

Y para hacer todo esto emplea un lenguaje narrativo directo, sencillo, accesible. Pero también desde un caos (universo personal) ordenado, como esos barrios árabes andalusíes en los que da gusto perderse.

     Un muy buen libro que se lee con gusto. De esos que se cogen y no se sueltan hasta que se terminan de leer (a mí me ha pasado). El primero de muchos en cuanto el autor se lo proponga.

     Cómprenlo y disfruten.

16 julio 2014

La mano - Capítulos 1, 2 y 3

Os dejo los tres primeros capítulos de mi novela La mano. Son capítulos cortos, de rápida lectura.
Si queréis haceros con ella (sólo está en ebook, y solo por 1€), podéis pinchar aquí.

¡¡Gracias!!

1.     Todas las noches procedían de igual modo

  El tener la garganta entre sus manos le parecía lo más semejante a tener el control del mundo.
Noche tras noche todo transcurría de idéntico modo: se encontraban de madrugada en aquel bar, tomaban una copa sin compartir confidencias, él salía primero del local mientras ella lo seguía, caminaban juntos hasta la casa de éste y subían por el ascensor. Ella esperaba en el ascensor mínimo mientras él abría sigiloso su casa. Una vez dentro de la austeridad de la vivienda, se dirigían a la habitación, se desnudaban y comenzaban a besarse animalmente.
Cuando todo parecía ser fin, ella lo reclamaba sádica y se disponía a recibirlo por la espalda. Él la encontraba al instante y comenzaba casi impasible, pero con un ritmo casi musical, a dominarla. Poco a poco iba aumentando la fuerza y frecuencia de sus sacudidas, mientras ella iniciaba la emisión de gemidos repletos de dolor y sangre. Tras esto, él llevaba su cabeza a la almohada ensordeciendo los gritos guturales. Entonces, la mano que obligaba a su cuello, tomaba la garganta y comenzaba a cerrarla con fuerza regulando el aire que entraba y salía de ella, hasta que conseguía que llegara exhausta y satisfecha al orgasmo.

2.     La virtud del orgasmo

  En todas las noches ocurría lo mismo: llegados al orgasmo, las respiraciones descompasadas iban perdiendo virulencia, dando paso al silencio paulatinamente.
La virtud del orgasmo hace que todo lo que fue agitación, tras él, aparezca como silencio, como la virtud del silencio.
Agotados por el esfuerzo que requiere el clímax, se desplomaban sobre la cama como animal abatido por una bala certera.
Ninguno hablaba nada. No era necesario ni solicitado. Sólo se dejaban guiar por la ausencia de palabras. Por la ausencia de gestos, incluso. Porque la práctica del sexo, del sexo por el sexo, no requiere de complicidades ni de palabras reveladoras. El sexo sólo necesita de cohabitación, de coincidencia en un mismo punto, y de deseo, de atracción.
Más allá de aquello, lo demás era considerado por ambos como periférico. Hablar, tocarse, era distraer el sosiego que acarrea el placer del orgasmo. Era negar una parte más de éste.
Es por ello que como animales satisfechos procedían, dando el tiempo necesario a su cuerpo para la recuperación.
Orgasmo, jadeo, respiración agitada, silencio, observación, huida.

3.     La huida

  El sueño, en el caso de él, sucedía al esfuerzo. Tras aplacarse su respiración, del mismo modo que lo hace el mar después de haber sido su calma sobresaltada por un barco, el silencio invitaba al descanso. Cerrar los ojos era sinónimo de hallarlo, de dormir, de descansar ocho o nueve horas con su necesidad carnal cubierta.

Ella, sin embargo, dejaba que su respiración se normalizara lentamente, que el sudor de su cuerpo desapareciera, que su sexo perdiera humedad, que sus pezones recuperaran su color tamizado y tamaño habituales, para incorporarse pausadamente de la cama, respetando siempre el silencio.
Sin ni siquiera lavarse o refrescarse en el baño, abandonaba la casa en busca del descanso negado en aquélla que visitaba cada sábado.
Tomaba el estrecho pasillo, apenas sin cuadros ni otros adornos, recorría su breve tránsito y cerraba sin aspavientos la puerta. Satisfecha y silenciosa partía.
No necesitaba despedirse. Sabía que, una semana después, él estaría en el mismo bar esperándola, para compartir una copa y proseguir con su estricto protocolo sexual.
“Las palabras sólo tienen aristas”, se decían.


08 julio 2014

Miradas sin fronteras 2014: convocatoria solidaria

 Os dejo esta convocatoria solidaria de Ediciones En Huida. Participad. Haréis bien.

Queridas amigas y amigos:

como inicio del próximo curso poético-cultural 2014-2015, y siguiendo la senda solidaria que iniciáramos en 2011 en Sevilla bajo la denominación Miradas sin fronteras, cuya recaudación fue destinada íntegramente a Médicos sin fronteras, queremos continuar revalidando esta iniciativa que aúna literatura y solidaridad y os invitamos a participar en esta nueva edición. En esta ocasión el destinatario será Unicef España.
Con tal motivo, hemos diseñado dos vías de colaboración:
1.      Con la propia Unicef, hemos creado una campaña de captación de fondos, con el nombre Miradas sin fronteras 2014. Una mirada, un niño.  En el siguiente enlace pueden realizar su aportación:
Aquí deben realizarse las aportaciones solidarias que no se vinculen a la participación en la segunda vía de colaboración
2.      Además, como en años anteriores, editaremos un libro que recogerá las colaboraciones de quienes deseen participar. La presentación de este libro solidario se hará con un recital, al igual que en años anteriores. Hemos ponderado que cada persona participante aporte un mínimo de 10 euros, recibiendo, a cambio, un ejemplar de la obra colectiva (dicho ingreso debe realizarse en la cuenta que proporcionaremos a continuación, no en el enlace indicado anteriormente). El resto de la tirada -cuyo número dependerá de las personas que respalden económicamente la iniciativa- se pondrá a la venta y los beneficios serán destinados íntegramente a la campaña citada. Por lo que la edición es 100 % solidaria desde su misma raíz.

No es necesario participar directamente en el acto si no se desea o si existen circunstancias imprevisibles que lo impidan para ser parte de este libro solidario. Cualquier persona, de cualquier lugar del mundo, puede participar con su obra, colaborando con la cantidad indicada.
Incluso, como en las ediciones anteriores, invitamos a cualquier artista que quiera desarrollar sus dotes escénicas, musicales, interpretativas, cuentísticas, mágicas, etc., a que participe en el recital. La cuota mínima solidaria es de 5 euros.
 

DATOS DE INGRESO

El ingreso del importe de la cuota solidaria se realizará en la siguiente cuenta bancaria perteneciente a Ediciones En Huida:
Agradeceríamos que incluyerais el nombre de la persona que realiza el ingreso para facilitar la tarea de cotejar datos bancarios  en el concepto del mismo, "Miradas sin fronteras 2014y que enviarais un correo confirmando el ingreso (ventas@edicionesenhuida.es).

RECEPCIÓN DE ORIGINALES

Las colaboraciones deberán ser remitidas en archivo de texto (letra Arial, tamaño 12, interlineado sencillo, texto alineado a la izquierda). El límite es de 20 líneas máximo, independientemente de su naturaleza o género: poemas, reflexiones, microrrelatos, etc.
La fecha máxima de admisión de originales será el día 5 de septiembre de 2014.  Pasada esa fecha no se admitirá ninguna otra, no habiendo excepciones.
El tema tratado deberá contener aspectos relacionados con la solidaridad, la justicia, la dignidad y otros valores positivos y transformadores de la sociedad. En ningún caso se aceptarán trabajos que sean ofensivos por el lenguaje. En todo caso el carácter o tono de los mismos es libre: cómico, crítico, reflexivo, etc.
Serán remitidos a la siguiente dirección electrónica, indicando en el Asunto "Miradas sin fronteras 2014":

eeh@edicionesenhuida.es

FECHA, HORA Y LUGAR DEL ACTO PÚBLICO

En próximas fechas os indicaremos la fecha, hora y lugar que desarrollaremos el acto en Sevilla con la lectura de las colaboraciones literarias, musicales, escénicas, etc.
 
Toda esta información se encuentra en el archivo adjunto que junto con esta comunicación, os rogaríamos que hicierais extensivo a las personas que consideréis puedan estar interesadas.

Gracias por vuestra amabilidad, interés y atención. Con nuestros mejores y mayores deseos para estos meses de verano, recibid un cordial saludo.